julio 20, 2008

Solo piensa

Cierra sus ojos y piensa. La agota el hastío. Su mente se tiñe de blanco, de negro, de rojo, de azul. Se agota. Abre sus ojos. Piensa. Piensa en no pensar. No puede. Le duele. Sabe bien que equivocó su pluma. Impulsos que apresuraron el deseo. Su tiempo la traicionó. Una advertencia desoída (o eso intenta).
Y aún así –a pesar de todo- decide arriesgarse.